Endodoncia absolutamente indolora

La gran mayoría de los dientes que antes se extraían, ahora pueden conservarse en la boca gracias a la Endodoncia, una especialidad de la odontología que estudia y trata a las enfermedades del nervio o “pulpa dentaria” que se encuentra en el interior de todos los dientes y muelas. Este órgano es el que le brinda la sensibilidad exquisite a los dientes. Como desgraciadamente no tiene sensores de presión, de temperature o de cosquillas, todo lo recibe y transmite como dolor.

El dolor de muelas es famoso por su intensidad. Se debe a que cuando el nervio se irrita e inflama, las paredes duras del diente le impiden hacerlo, por lo que su misma inflamación causa la compression de las terminaciones nerviosas que producen el tremendo dolor que lo caracteriza. Es como si nuestro cerebro quisiera crecer dentro del cráneo: no tiene para dónde hacerse.

El Endodoncista es el especialista (ya saben, dos años de tiempo completos de estudios) que atiende estos padecimientos y en muchos casos los previene. Cuando alguien llega a nuestro consultorio con dolor, generalmente pasa primero con la Endodoncista, y una vez que ya no hay dolor y se puede rehabilitar, le atendemos los demás. El tratamiento de endodoncia, o también conocido como “tratamiento de conductos”, se hace en una o varias sesiones, dependiendo del grado de infección del diente o dientes y de la fortaleza del paciente. Cuando un diente aún no comienza a doler se puede trater en una cita larga, pero cuando lleva doliendo varios días el tratamiento debe alargarse para que nos nercioremos que nos queda te¡ido infectado dentro de él.

El tratamiento consiste en, previa anesthesia local profunda, retirar el tejido blando infectado o a punto de infectarse, remover el tejido duro dentinario que ha sido afectado dándole forma adecuada y ancha hasta casi llegar a la terminación de la o las raíces y obturar estos conductos ensanchados con un material –generalmente gutapercha caliente- que debe estar bien comprimido. Naturalmente es más breve obturar dientes que solo tienen una raíz que aquellos que tienen más raíces –como los molares- y más conductos. No siempre las raíces un solo conducto, pueden tener más.

Generalmente una vez obturados correcta y con una gran esterilidad los conductos, la lesion que presentan en la punta de su raíz (o en medio de ellas) va sanando gradualmente.

Es importante señalar que si un diente ha sido tratado endodóncicamente por lo general –con pocas excepciones- debe ser obturado definitivamente con una corona.