El fluoruro es tan efectivo cuando es aplicado por el dentista, que si a una persona adult ahoy, le hebieran aplicado fluoruro una sola vez en sus dientes definitivos, ahora solamente tendría el 50% de las cavidades cariosas que ahora tiene en su boca. ¿Se imagina lo que se hubiera ahorrado en dinero, tiempo y molestias? El fluoruro es una gran inversion que debemos hacer en nuestras bocas, especialmente en las de nuestros hijos y seres queridos. Se aplica como una espuma o “mousse” sobre los dientes recién limpiados y pulidos, que es cuando mejor se combina químicamente con el esmalte.

El fluoruro endurece más de tres veces la capa externa del esmalte y de las raíces de los dientes, haciéndolas más resistentes al ataque ácido de la placa dentobacteriana y al desgaste físico que sufren nuestros dientes cuando trabajan.

Su aplicación toma aproximadamente 30 minutos y la primera de ellas debe hacerse cuando los niños tienen entre 2 y 3 años de edad. Posteriormente recomendamos hacerla cada seis meses durante toda la vida. Piense usted en el fluoruro como en una vacuna contra caries y sensibilidad.

Se ha descubierto que en los adultos funciona también de otra manera: como un poderoso antiseptic cuya acción dura meses. Sobre todo cuando ésta se potencializa con la del fluoruro que contienen las pastas dentales modernas.

En los adultos y en las personas de la tercera edad se recomienda aplicar fluoruro de sodio o de estaño en las superficies expuestas de las raíces para quitar o amainar la sensibilidad a la temperature y el riesgo a padecer de caries en el tejido radicular, que es muy blando. Cuando las personas tiene una baja producción de saliva, como en los ancianos o en aquellos que han sido tratados con quimioterapia o radioterapia facial o padecen del Síndrome de Sjögren, se recomienda aplicarlo con mayor frecuencia.